La astrofotografía se considera una de las maneras más hermosas para capturar la belleza oculta del universo; esta se puede ver como una disciplina que conecta íntimamente a la persona con el firmamento, siendo la forma en la que se logra inmortalizar en una imagen el cielo nocturno con cámaras propias, y lo mejor de todo es que es posible empezar sin necesidad de herramientas profesionales, incluso utilizando las cámaras de los teléfonos celulares.
Los cometas interestelares son cuerpos celestes que provienen de fuera de nuestro Sistema Solar. Fueron expulsados de sus estrellas de origen y, en contadas ocasiones, cruzan el espacio interestelar hasta encontrarse brevemente con nuestro Sol. Hemos podido confirmar tres: 1I/‘Oumuamua (2017) — Descubierto por el telescopio Pan-STARRS en Hawái. 2I/Borisov (2019) — Detectado por el astrónomo aficionado Guennadi Borisov. 3I/ATLAS (2025) — Observado por el sistema ATLAS de la NASA, con telescopios en Hawái, Chile y Sudáfrica.
El cráter Garavito, situado en el lado oculto de la Luna, lleva el nombre del astrónomo colombiano Julio Garavito Armero, en reconocimiento a su legado científico. La Unión Astronómica Internacional lo nombró en 1970, tras la propuesta del Observatorio Astronómico Nacional de Colombia, convirtiéndolo en un símbolo del aporte colombiano a la exploración del espacio.
Inspirados en las palabras de Albert Einstein sobre la importancia de estudiar a quienes han beneficiado a la humanidad por su independencia de carácter y juicio, el grupo Wow! busca destacar a grandes figuras colombianas de la ciencia. Entre ellas, resalta Julio Garavito Armero —astrónomo, matemático e ingeniero bogotano—, cuya vida y obra son ejemplo de perseverancia y genialidad. Director del Observatorio Astronómico Nacional y pionero en el estudio de cometas. Su legado trascendió fronteras, y en 1970 la Unión Astronómica Internacional honró su memoria al dar su nombre a un cráter en la cara oculta de la Luna.
La asignatura “Construcción y uso de telescopios”, dictada por el doctor Ignacio Ramón Ferrín en la Universidad de Antioquia, combina teoría y práctica para enseñar a los estudiantes los principios ópticos y mecánicos detrás de los instrumentos astronómicos. En este espacio formativo se desarrolló el OTA El Devorador de Cuantos Cósmicos, un telescopio construido por los propios estudiantes que refleja el espíritu de exploración, innovación y aprendizaje práctico que caracteriza a las carreras de Astronomía y Física. Una materia que, literalmente, abre los ojos al infinito.
La noche del 31 de julio de 2025, cerca de 150 personas se reunieron frente a la Biblioteca de la Universidad de Antioquia para participar en una observación lunar con el telescopio Bestia Negra de la Noche, un reflector de 44 cm y f/4. Los asistentes capturaron impresionantes fotografías de la Luna y compartieron su asombro durante una velada llena de aprendizaje, curiosidad y divulgación científica, organizada por el grupo astroWOW!.
La noche del 5 de febrero de 2025, más de doscientas personas se reunieron frente a la Biblioteca de la Universidad de Antioquia para presenciar la inauguración del telescopio El Devorador de Cuantos Cósmicos y del grupo de divulgación astroWOW!. Con un espejo de 36 cm y una relación focal de f/5, el nuevo OTA permitió observar la Luna, Venus y Júpiter con una nitidez asombrosa. Fue una velada de descubrimiento, ciencia y comunidad, que marcó el inicio de una nueva era de exploración astronómica universitaria.
